BORRAR TUS RECUERDOS, EMPEZAR DE CERO
22 de agosto de 2018
¡Buenos días!
Muchas veces me encantaría poder ser... por ejemplo, turista en mi ciudad natal, ser capaz de ver con los ojos de aquellos que no conocen una ciudad los encantos que esconde. Si, claro que he hecho turismo con amigos cuando han venido a visitarme, he paseado por El Prado y caminado sin rumbo fijo por el Madrid antiguo. Pero no es lo mismo... al final no tienes la percepción de ese “algo” nuevo que te atrapa cuando conoces un sitio por primera vez. O cuando eres niño, y experimentas algo nuevo. La verdad es que sigo valorando muchísimo las cosas que hago o veo por primera vez, por ejemplo, me pareció inolvidable cuando en octubre, en Senegal, vi plancton por primera vez; mueves el agua y aparecen unos destellos verde fosforito y desaparecen cuando vuelven al agua.
Creo que cuando alguien nos conoce por primera vez somos turistas de estas personas, damos la mejor versión de nosotros mismos. Destapamos únicamente las cosas que queremos que sepan de nosotros como nuestra carta de presentación. Y únicamente dejas entrar a aquellas personas que crees merecen un hueco en tu corazón. ¿Y qué pasa cuando has dejado entrar a alguien y te hace tanto daño que desearías no haberle abierto las puertas de tu vida? Nada... no pasa nada, sólo que ahí quedará ese dolor.
Y con esta premisa llego incluso a pensar que me gustaría que hubiera una varita mágica, un antídoto inofensivo que pudiera seleccionar recuerdos del pasado y borrarlos para siempre. Aunque claro, son esos momentos los que nos hacen estar donde estamos ahora, y nos convierten en la persona que un día llegaremos a ser. Pero aún así, si, me encantaría borrar los tres últimos años de mi vida.
Y con esta idea hoy mi amiga A publicaba una frase que creo está totalmente relacionada: Quote 5
Toda mi historia y este nuevo yo comenzó hace ya siete meses, o ¿sólo siete meses? Me pregunto cómo se mide si un tiempo es mucho o es poco, para mi ha pasado muy poco, todo muy deprisa y aún sigo sin entender cómo he llegado hasta donde estoy hoy. Cuando me dejaron tomé la decisión de ponerme en manos de profesionales, cortarme el pelo, y respirar hondo para no pensar.
He escrito de ello en otras publicaciones, pero además me puse un tiempo para reponerme, verano. Decidí que si después de verano no conseguía estar mejor, bien me parecía algo exagerado, le daría un cambio a mi vida. Y así es como en pocos meses estaré viviendo fuera, y os contaré desde los ojos de una turista recién llegada mi periplo por el Caribe.
¡Muchos besos!