14. LO ESTÁS HACIENDO MUY BIEN
29 de julio de 2019
Hola a todos,
Creo que he conseguido coger carrerilla, ¡gracias por vuestros mensajes!. Os prometo que me animan a encontrar esos huecos para volver a publicar más asiduamente
Hoy estoy nerviosa porque quedan dos meses para el día de mi súper reto deportivo, #Ironman Cozumel 70.3. He estado mirando mis primeras publicaciones de Instagram referentes a este tema y me parece increíble que haya pasado tanto tiempo desde mi primera publicación.
Hace 147 días que empecé a entrenar en serio. Son 21 semanas de rutina... de despertarme cada día a las 5:13 de la mañana (si, y 13... tengo una pequeña manía con no poner el despertador a horas exactas). Aquí el calor es terrible, lo paso muy muy mal con la humedad y es a la única hora a la que consigo no derretirme antes de la salida del sol.
Me faltan otras 8 semanas por delante, no sé si referirme a este tiempo como "todavía" o "solo". Me parece poco tiempo en comparación con lo que llevo entrenado, pero mucho porque tengo ganas de que llegue ya. Estoy muy orgullosa de haber conseguido mantener una rutina de deporte tan estricta, muy contenta por haber sido capaz de llegar hasta aquí pero estoy preocupada porque ya tengo mis objetivos fijados en el siguiente reto. Es totalmente cierto que el deporte engancha y aunque me tomaré dos semanas de descanso activo después del 70.3 ya solo tengo ganas de que llegue el siguiente: Triatlón de Xel-Ha.

foto: @pinterest
Ahora mismo me siento como en la foto, como si estuviera haciendo el pino permanentemente, intentando llegar a todo y mantener un equilibrio perfecto. Combino mis rutinas de deporte con el trabajo y mi recién estrenada independencia. Porque si, aunque solo publique fotos de inspiración, en playas paradisíacas y stories de mis workouts diarios, también trabajo como cualquiera de vosotros.
Simplemente busco ese balance que me permite organizarme para seguir en una buena dinámica y no derrumbarme ahora que he entrado en una nueva etapa de mi vida. Cuando volví a casa de mis padres, Victor mi psicólogo, me recomendó que me independizara pronto. Yo no me veía capaz, me sentía débil y la realidad es que en casa de mis padres siempre he estado súper a gusto y en ese momento me apetecía no pensar y volver a estar entre palmitos.
Cuando llegué a México viví los primeros meses con un amigo y a partir de enero con mi hermana, su marido y las niñas. Por supuesto Víctor volvía a repetirme que debía independizarme, pero yo siempre encontraba una excusa para quedarme en mi guarida, con mi familia, protegida.
Me puse marzo como fecha límite para encontrar una casa nueva pero llegó junio, mi viaje a Madrid y allí seguía. Fueron esta vez mis padres quiénes con todo el amor del mundo me recomendaron que debía hacer mi vida, ocuparme de mis cosas y vivir independiente y... ¡ha llegado ese día! El martes estrené nueva casa con todo lo que ello conlleva.

foto: @pinterest