¡Hola a todos!

​

Ya sabéis por publicaciones anteriores que no soy muy fan de los movimientos ni fanatismos exagerados. Creo que la procesión hay que llevarla por dentro. No por gritar las cosas más veces, ni hacerlo más fuerte te vas a hacer escuchar mejor. El cambio de conductas debe empezar por uno mismo y, con ese cambio que los demás vean, contagiaremos a nuestro alrededor.

 

También sabéis, los que me leéis y conocéis que el respeto es una de las máximas de mi vida. En el post de hoy quiero hablaros de un tema que me tiene un tanto preocupada. 

​

Hace unos días una amiga tuvo una conexión muy especial con una persona. Hablaron, cantaron y bailaron hasta que ella se enteró, esa misma noche, que él tenía novia. En ese momento toda esa conexión se fue al garete, tanto que se convirtió en un corto circuito. Unos días después comentándolo con amigas, una de ellas le dijo: -" Tía, ¿qué más da? el problema lo tiene él. 

​

¿En serio? Me parece imposible que una mujer aconseje de ésta manera a otra. Si no nos respetamos entre nosotras, ¿Quién lo va a hacer? 

 

Estoy segura de que a ninguna nos gustaría que nos hicieran algo así. Por eso, hay una ley no escrita: No te metas en una relación. Si realmente ha habido conexión, espera.  Sé que no es fácil pero, lo más inteligente es tener paciencia, alejarse. Porque si no es el momento, algún día llegará. O no. Haz tu vida y ante todo respeta a esas dos personas.

Hace poco escuché una historia relacionada con este tema. Dos personas que parecían inmensamente felices lo dejan después de años de relación. Al poco tiempo, él ya tiene novia. ¿No creéis que huele un poco a chamusquina? Estoy segura de que esos "nuevos" tortolitos llevaban tiempo maquinando alguna estrategia.

 

Siempre me pregunto; las personas que hacen este tipo de cosas, las que se meten en una relación ¿son felices?. ¿Tendrán cargo de conciencia?

​

Pero también confienso que soy enemiga número uno del siguiente prototipo de persona: Perro del Hortelano; ni como ni dejo comer. Me pasa algo muy curioso con mi amiga L, nos fijamos siempre en el mismo prototipo de persona. Nosotras tenemos otra ley no escrita; cada una juega sus cartas y, si él se fija en la otra ¡Amén! Tuyo es y mio no. 

​

Existen esos perros del hortelano, personas a las que denomino metralletas. Es decir, me gustan todos. Ninguno me hace caso, pero... si te hace caso a ti: "No te acerques a él, porque yo lo vi primero". A ver, eh... ¡no! eso no vale. Aquí todos estamos solteros y nadie te asegura que porque te guste alguien, ese alguien se vaya a fijar en ti. ¿Quién te dice que esas dos personas a las que estás impidiendo conocerse no sean almas gemelas? Por eso, siempre, ante todo Fair Play.

La conclusión a la que llego es que debemos cuidarnos mucho, de mujer a mujer y, aún más a las amigas que vamos escogiendo en la vida. Tengo la grandísima suerte de haberme encontrado a lo largo de estos años con amigas maravillosas. Nos respetamos infinito; tanto nuestra manera de pensar, como la de actuar. Y creo de verdad que esa es la clave de nuestra felicidad.

​

Intentemos no meternos en vidas ajenas, porque nunca sabes si alguna vez, te puede pasar a ti. 

​

Un beso a todos.