top of page

15. BORRÓN Y CUENTA NUEVA

15 de agosto de 2019

Hola a todos,

Justo por estas fechas, hace ahora un año, tomé la decisión de cambiar mi vida para buscar una nueva perspectiva y alejarme de lo que tanto daño me hacía. No fue nada en concreto lo que me hizo dar el paso, salí de viaje con unas amigas lejos de España y me sentí todo lo libre que no me había sentido en los últimos meses.

Dejar a mi familia, un trabajo que me apasionaba y tantas otras cosas, me parecía menos doloroso que seguir afrontando una realidad a la que no era capaz de sobreponerme ni asimilar. Así que decidí que ya había luchado todo lo posible en casa y que un aire nuevo y un giro 360º sería la manera de volver a empezar.

thumbnail_IMG_0207.jpg

foto: @pinterest

Hoy, casi un año después y a 7.000 km de distancia el pasado todavía persigue. Unas veces llega en forma de casualidad, otras de empatía disfrazada de morbo y otras simplemente porque no podemos vivir eternamente con una venda sobre los ojos.

Siempre he creído que existen dos tipos de persona. Pensé que unas de ellas vivían sus días pidiendo permiso, y otras en cambio, más arriesgadas y aventureras me parecían aquellas que pedían perdón. Creo recordar que hasta le dediqué un post a esta filosofía de vida que extraje de una de mis obras de teatro preferidas, la llamada, en la que la filosofía de dos adolescentes era “lo hacemos y ya vemos”.

Si creo que en tu vida puedes oscilar entre una y otra postura, entre la aventura y el miedo, es un tema de madurez, experiencia y empatía con el mundo, hasta que encuentras tu hueco, o te encuentras a ti mismo. Nadie dice que una postura sea mejor que la otra, simplemente es cuestión de caracteres.

 

Durante este tiempo he llegado a la conclusión de que existe, además, otro tipo de gente. Se trata de aquellos que no piden ni perdón cuando se equivocan, ni permiso antes de hacer las cosas. Arramplan con todo y con todos sin importar nada ni nadie, no echan la vista atrás para analizar lo malo que hayan podido hacer e intentar no volver sobre sus pasos. Tampoco piensan más allá del aquí y ahora, centran su vida en conductas corto placistas, el ego elevado a la más alta potencia.

thumbnail_IMG_0215.jpg

foto: @pinterest

Y en realidad hay alguna cualidad de este tercer tipo de personas que puedo llegar hasta a envidiar. Ojalá todos supiéramos dar con el antídoto para olvidar, ojalá fuera tan sencillo como tapar o borrar un dibujo. Algunos, los que sentimos intensamente y de forma pura vamos poco a poco reservando cada recuerdo en un pequeño hueco de nuestra memoria donde ya no hace más daño. No se olvida, simplemente encuentra un lugar diferente, ya no duele, pero si nos mantiene alerta para que aquello por lo que sufriste no te vuelva a hacer caer. Porque por mucho que borres, siempre queda marca.

He entendido que la vida no es como un lienzo donde puedas borrar, dibujar y volver a re dibujar sobre aquello que ya no nos gusta. No podemos hacer borrón y cuenta nueva, somos un cúmulo de circunstancias. Así que no, en realidad no hay nada que envidie de ese tercer tipo de persona. Prefiero no olvidar aunque reconozco que vuelvo atrás en mis publicaciones y me da pena admitir haber estado tan abajo anímicamente pero, me enorgullece muchísimo leerme así de renovada y admitir que a 7.000 km de distancia las noticias vienen, y del mismo modo se van. 

 

Por eso, en vez de emborronar el lienzo de nuestra vida, debemos intentar hacer un dibujo lo más bonito posible de lo que nos queda por delante, porque, aunque hayas cometido errores, siempre tenemos tiempo de pedir perdón. Una práctica muy poco utilizada y a menudo incluso olvidada.

"La vida te va a enseñar mucho, pero tienes que querer aprenderlo”

 

 

bottom of page