18. INSIDE OUT
22 de septiembre de 2019
Hola a todos,
Llevo ya unos días de desvelo e intranquilidad así que he decidido publicar en busca de la calma que me dais al leerme, ese placebo que me habéis ido dando desde el día que comencé a hacerlo.
Hace unos años pasaba los días flotando de un sitio a otro sin pensar demasiado. Tenía estabilidad en todos los ámbitos de mi vida. Mantenía en equilibrio las seis emociones en las que se centra la película Inside out de Pixar; alegría, tristeza, miedo, asco, ira y sorpresa. Pero sobre todo, sabía controlarlas.
Ahora al haberme enfrentado a un episodio que hizo tambalear todas ellas, siento mucha más debilidad cuando vienen periodos de cambios. Ha llegado un momento en el que no soy capaz de controlar la cantidad de cosas que debo manejar. Soy altamente exigente, excesivamente activa y radicalmente intransigente conmigo misma y no encuentro la manera de tirar de la palanca de freno.
Ha sido un año de muchísimos cambios. He pasado del amor más absoluto, a la obsesión, la frustración, decepción, desprecio, calma y he llegado a la ansiada indiferencia.

foto: @pinterest
A siete días de mi primer #Ironman 70.3 estoy intranquila, tengo muchísimas dudas que me recuerdan que sigo siendo la persona insegura que dejó su casa en busca de la felicidad. Me desvelan pensamientos de por qué empecé todo esto, de lo rápido que pasa el tiempo, de todo lo que dejé atrás y cuánto he construido. Que mi alto nivel de exigencia no me permite aceptar y asumir que he superado con creces todas mis expectativas.
Pero además, a todo esto se suman las infinitas dudas sobre si he entrenado lo suficiente, si conseguiré hacerlo en el tiempo que me he marcado. Porque aunque me repita que lo importante es hasta dónde he llegado y el camino recorrido, son dudas que van con mi carácter y no voy a poder callarlas hasta que lo complete. La simple idea de decepcionar a aquellos que creéis en mi, me aterra.
Mi cabeza y mi cuerpo no paran. Mis entrenamientos son muy exigentes, dedico al deporte una media de dos horas al día, lo que supone despertarme antes de las 5 a.m. cada día. Después, tengo que irme a trabajar. Porque aunque tenemos una idea preconcebida de la vida en el Caribe; todos nos acordamos del mítico anuncio de Halcon Viajes de Curro en El Caribe. La realidad es muy diferente y la implicación profesional es igual en cualquier parte del mundo, supongo que viene dada con el carácter y no con el destino en el que trabajas.
Por todo esto a todas mis dudas personales se suma la inquietud laboral, abrimos el hotel el 1 de octubre y si, también eso me general nervios. ¡Está quedando espectacular! Tengo tantas ganas de enseñároslo. Es un auténtico paraíso dentro de la selva.

foto: @jaclyn_robyn
Además, en muy poquitos días viajamos a Madrid porque se casa Ale, mi hermana mediana. Nervios de boda, bo da, b-o-d-a y el rechazo que me genera esa palabra. Me sentía culpable porque ellos no tienen la culpa de que a mi no me gusten las bodas y necesitaba que ganara la batalla la ilusión que me hace que mi hermana se case con una persona increíble. ¡Y así será! Bailaré y brindaré por la felicidad de dos personas que se completan y complementan al 100%.
Por todo esto. Que así ordenado parece muy sencillo, hace unos días "peté" llevaba días de mal humor, triste, intranquila y no quería aceptarlo. Pero después de tanto trabajo personal que llevo a mis espaldas entendí que tenía que pulsar el botón de reset. Recurrí a la ayuda de mi hermana Paola, fuimos a misa. Me derrumbé, lloré y si, me reinicié, encontré paz. Y así pude volver a empezar, a respirar y tomarme la cosas con la calma que merecen y mantenerme en el ahora sin adelantarme a lo que pasará.
“Elimina de tu vida si elimina tu sonrisa”.