19. TROPICAL STATE OF MIND
15 de octubre de 2019
Hola a todos,
Hoy hace un año que me mudé a miles de kilómetros de casa. Ayer llegué de Madrid y es la primera vez que mi ciudad, por fin, me huele a hogar, a recuerdos que ya yo no duelen. Incluso a esperanza y futuro.
Durante este año he aprendido muchísimas cosas, he cumplido cada objetivo propuesto, he conocido a gente increíble a través de este blog y me he convertido en la mejor versión de mi misma. En el tintero me dejo el sabor amargo de haberme permitido estar triste.
No solo celebro el día de hoy como algo especial, sino cada uno que ha pasado para llegar hasta aquí. Hace 15 días completé el #ironman70.3, el gran reto deportivo para el que he estado preparándome cinco meses y del que hablaré en detalle en mi próximo post. Aunque tengo otros objetivos por delante y hacer triatlones forma ya parte de mi vida, ese 29 de septiembre siempre será especial para mí. No era solo la consecución de un logro deportivo, sino la manera de romper del todo con mi pasado para darle la bienvenida oficial a mi presente.
El día antes del ironman, mi amiga K. me dijo “Pul, cada paso que des hacia adelante, es uno que dejas atrás” y en realidad así han sido los últimos 365 días de mi vida. Normalmente nos centramos en celebrar una fecha en concreto y nos olvidamos de que lo que verdaderamente cuenta es cada día que disfrutamos y superamos para alcanzar nuestros sueños.
foto: @pinterest
Me siento genial por dentro y por lo visto, es lo que reflejo por fuera. Estos días en Madrid he podido organizarme para ver a la mayoría de amigos a los que más echo de menos aquí. Y ha habido una frase común que ha sonado a música celestial cada vez que me despedía de ellos: “Qué bien verte. Verte bien. Ver que eres otra vez tú”.
Por eso, ha sido la primera vez que me ha dado pena volver. Antes me iba de casa por necesidad, por huir, por buscar algo que en Madrid había perdido; el amor por mí misma, el respeto por la vida y las ganas de vivirla al máximo. Ese "algo" que por fin he encontrado; paz, tranquilidad y felicidad.
Han sido muchísimos los factores que me han ayudado durante este proceso. El primero, el amor incondicional de mi familia y amigos. El segundo, haberme acercado tanto a Dios. No digo que él haya cambiado mi vida, sino que yo, he cambiado mi vida por Dios. El tercero, el deporte, La gran exigencia física de los entrenamientos diarios no me permitía estar mal mentalmente. Y por último, el tiempo. En mi caso ha sido un año y medio pero es algo tan relativo, caprichoso y diferente para cada persona...
foto: @etsy
Ahora, desde México, he decidido vivir la vida en modo “Tropical State of Mind” porque con paciencia y confianza todo empieza un día a encajar. Ya no me da miedo pensar en el mañana, porque tengo claro que hay tormentas que vienen a tu vida para limpiar tu camino y no vale estar a medias. Nos necesitamos al 100%.
¡Feliz semana a todos!