8. nuevas sensaciones
23 de marzo de 2019
¡Hola a todos!
Hace unos días hablando con una persona a quien he conocido a través de mis publicaciones, me preguntó la razón por la qué había dejado de escribir tanto. Cuando empecé a publicar mis textos, dio por casualidad conmigo y tuvo la valentía de escribirme para abrir sus heridas y contarme que ya no dolían. Había pasado por algo similar y a día de hoy es una persona totalmente nueva, de hecho, se casó y ahora va a ser madre de una niña. ¡Me alegro tanto! Hay personas que nos marcan aunque no las hayamos conocido y ella, sin duda, lo ha hecho conmigo.
foto: @pulga.sdm
La repuesta que le di fue tan sincera como las palabras que ha compartido conmigo a lo largo de estos meses “no me apetece que algunas personas sepan de mi vida”. Pero claro, al hacer públicas mis palabras me enfrento a que no siempre lleguen a las personas indicadas.
Y no lo digo por ti, que cuando me lees sonríes porque me lees fuerte. Ni por ti, que cuando ves mis fotos aplaudes la sinceridad de mi sonrisa. Por ti tampoco, que aunque no escribas me das un tímido “me gusta”. Sino por esas personas a las que no les importa hacer daño, aquellas que siguen tu vida solo por cotillear y comentarlo con otros con ninguna buena intención.
Me molesta enormemente la gente que actúa con maldad y sale impune de cada uno de los golpes que da a terceros pero ¿sabéis? he decidido que no van a conseguir afectar en mi presente y mi motivación a la hora de escribir.
Tenía guardado un texto al que sabía que podría acudir algún día para ilustrar mis palabras y éste es sin duda el post perfecto.
“No se si es admiración, sorpresa o una infinita pereza lo que siento por esas personas que podrían leer, escuchar y ver mil maravillas de su gusto. En lugar de eso, consumen lo que odian para luego comentarlo como si al resto nos interesase lo más mínimo su opinión”.
@l.sesma
Admiración porque soy incapaz de criticar a alguien sin luego sentirme culpable por ello. Sorpresa porque me alucina pensar que no tienen nada mejor que hacer que husmear en la vida de aquellos a los que no quieren bien. Y por supuesto, Pereza, porque claramente la vida de aquellos que odian es más interesante que la suya propia.
Si te has sentido identificado con esa parte sabes que no deberías estar leyendo esto pero, si aún así sigues haciéndolo, entonces es que no tienes remedio y no voy ser yo quien te va a dar lecciones de vida a estas alturas porque me importa un bledo.
foto: @pinterest
Ahora es cuando os intento explicar que mi corazón está sanando. A veces cuando voy corriendo y suena una canción, se me saltan las lágrimas porque la letra toca alguna tecla que aún tengo oxidada. Otras, en cambio, me encuentro cantando la letra como si nadie me escuchara porque me siento realmente afortunada por vivir lo que estoy viviendo.
He vuelto a reír como hace tiempo no lo hacía, por tonterías, porque si, con mis hermanas, mis sobrinas e increíbles personas que estoy conociendo... llorar de la risa es una de las sensaciones más gratificantes del mundo, es una de las nuevas sensaciones que estoy volviendo a recordar, no sé en qué momento dejé de experimentarla, pero no tengo la más mínima intención de volver a olvidarla.
Gracias a todos los que os alegráis, casi más que yo, de haber llegado hasta aquí.